Ahora mismo estoy escribiendo desde mi casa de Valencia. He venido a pasar una semana a mi ciudad, ya que tenía vacaciones en Groningen y era la única, sumado a que más tarde lo habría tenido más complicado, y aunque sean solo 6 días, los iba a disfrutar muchísimo.
Creo que ha sido la semana perfecta para venirme a España, porque esta semana habría sido rara en la residencia. Paula se ha ido definitivamente, ha terminado su Erasmus, y eso es una mierda. Era y es parte fundamental de mi vida en Groningen. Ha formado parte de mi día a día desde el primer instante en que pise Winschoterdiep, fue la primera persona que conocí. Asusta ver lo rápido que han pasado estos 6 meses con ella, pero ha sido increíble haber podido contar con alguien así en mi circulo de confianza de mi vida paralela en Holanda. Ha sido clave en momentos importantes del Erasmus. Claramente han habido roces, ¿pero quien no los tiene con 24 horas de convivencia? En poco tiempo forme una familia allí y "afortunadamente" solo tendré que echar de menos a una persona estos 4 meses que me quedan.
En cuanto vuelva el martes tendré que acostumbrarme a una nueva rutina en la que una persona importante ya no estará incluida. Pero sé que dentro de lo malo, estos 4 meses los quiero disfrutar al máximo y que estos 6 meses todas juntas no nos los quita nadie. Desde que llegué de Navidades he estado más a gusto de lo que me pensaba. He tenido mis altibajos, como todo el mundo, pero me he sentido más yo misma. Hago las cosas como y cuando quiero, bebo, salgo y río mucho. Soy feliz de haberme quedado y no me arrepiento de la decisión que tomé hace un mes.
Aunque el proyecto de momento aún va un poco lento, estoy en ello. Tengo reuniones con mi tutor y me ayuda bastante. Ahora mismo aunque este en Valencia estoy desarrollando el Project Plan, y el siguiente paso es desarrollar y redactar completamente el proyecto. Sé que lo peor esta por venir, porque de momento no he ido agobiada en absoluto. Pero a la que me doy cuento me planto en marzo, y ya solo son 4 meses o menos para terminarlo, entregarlo y presentarlo, con todo lo que supone en medio (entrevistas, cuestionarios, medidas climáticas y otras cosas que tendré que incluir en el documento final). De verdad espero que todo vaya tomando forma y que en un mes pueda ver un trabajo aun más encaminado hacía la dirección correcta.
De momento siento que estoy viviendo una especie de año sabático, como dice Inés durante nuestras maratones de Anatomía de Grey, tantas tardes y noches. Mi día a día en Winscho se resume a levantarme a las 12 de la tarde, despertar a Inés que obviamente esta todavía en la cama. Lucía, mientras tanto, ha estudiado, ha ido a la universidad y al gimnasio y Bea ha estado o en la biblioteca o en la piscina. Por otro lado Natalia baja a la 13 de la tarde para fumarse un cigarro en la habitación de Inés, (donde prácticamente deberíamos pagar parte del alquiler por la cantidad de horas que pasamos ahí metidas) y preparamos la comida. Después de comer vemos Anatomía, vamos a comprar o estudiamos un poco, o vamos a Coop a comprar alcohol para esa noche o pocas veces salimos a cenar o preparamos cena especial por algún cumpleaños. Bebemos, como no, en la habitación de Inés y a las 2 de la mañana, como pronto, nos encaminamos al centro a seguir bebiendo y a disfrutar de la noche, donde siempre hacemos lo mismo, pero nunca acabamos igual. Lo más divertido es levantarse al día siguiente y contarnos las noches, lo que hemos hecho cada una (o lo que recordamos haber hecho, siempre solemos llevarnos alguna sorpresa), porque obviamente siempre nos separamos. Es un modo de vida totalmente ajeno a lo que he conocido hasta ahora. Dependo de gente pero sobre todo dependo de mí. Bebo y si no quiero no salgo. Salgo y si quiero me pierdo. Me pierdo y si quiero las busco o encuentro a alguien. Me quedo sola o con alguien y si me canso me vuelvo sola o acompañada. Libertad absoluta.
Paula dice que ha aprendido muchísimo estos 6 meses, que nota y sabe que ha cambiado su modo de ver las cosas. Por el contrario, yo me siento la misma solo que hago cosas distintas. Dice que cuando esté a punto de acabar el Erasmus, cuando me toque volver a Valencia para quedarme, notaré ese cambio del que me habla. Yo no estoy tan segura, pero tendré que esperar ese momento para comprobarlo.
Lo que me hace ahora mismo muy feliz es que mi secta viene a visitarme en un mes. Que me vuelvo a Groningen el 3 de marzo y el 3 de abril estarán ellas de camino. Qué alegría y qué ilusión poder enseñarles mi otra vida, en la que tantas veces pienso en ellas.
Cada vez me está gustando más esta experiencia, pero no lo quiero decir muchas veces o por lo menos no en voz alta, porque soy supersticiosa aunque no quiera admitirlo, y no quiero gafarla por hablar de más. Todavía me quedan 4 meses, y sé que serán más duros que este mes y medio que ha pasado desde Navidad, donde como ya he dicho, ha sido algo parecido a un año sabático.
Solo puedo decir una cosa, pase lo que pase: a por ellos.
Solo puedo decir una cosa, pase lo que pase: a por ellos.